ANIMALES NAPOLEÓNICOS: ESPECIES INVASORAS


La biodiversidad presenta rasgos únicos dependiendo del entorno en el que la midamos. Forma parte de un complejo sistema de equilibrio, el cual se ve amenazado por elementos externos como la mano del hombre, una de las principales causas de su alteración.

Volviendo a las especies invasoras, la influencia de la humanidad en ellas, ha jugado un papel fundamental en su propagación, siendo esta una de las mayores causas de la pérdida de biodiversidad debido a que suelen consumir los mismos alimentos que las especies autóctonas e incluso pueden llegar a matarlas al pelearse por el territorio. Además, uno de los más preocupantes problemas es que han sido introducidas mayoritariamente para uso comercial.

Partiendo de esto, procederemos a enumerar unas de las especies más comunes que han sido introducidas en España.



Rhynchophorus Ferrugineus o picudo rojo de las palmeras

Este peculiar insecto invasor es fácil de reconocer por su tamaño y su color rojizo. Es proveniente del Asia tropical y ha conseguido llegar a territorios como Europa, África y América debido al transporte antrópico, es decir, a manos del hombre.

El picudo se dedica a depositar sus larvas en los troncos de las palmeras, lo cual causa un daño devastador a las pobres palmeras que sufren por el insecto.

Pero no son estos los que causan el daño directo, sino las larvas anteriormente mencionadas, que crean grandes cavidades en los troncos.

Pese a que los expertos aseguran que esta especie arborícola podría generar daños irreparables posteriormente, se están trabajando en medidas para proteger a las palmeras mediante endoterapias vegetales y unos agentes biológicos inocuos.




Gambusia Affinis, o pez mosquito

Se introdujo en España en 1921 con el fin de combatir a los mosquitos transmisores de enfermedades como la malaria. Es originaria de Estados Unidos y presenta una gran capacidad de adaptación y supervivencia.

Es una de las especies más dañinas del mundo; en Aragón se distribuyó en balsas en el río Ebro y está presente en algunas lagunas como por ejemplo la laguna de

Sariñena.








Trachemys Scripta Elegans o tortuga de orejas rojas
El comercio y posterior abandono de este animal fue la causa de la expansión de esta especie. En el auge del comercio de las tortugas de orejas rojas se llegaron a vender más de 50 millones de ejemplares entre 1989 y 1997 y en España en los años 1991 y 1998.

El abandono fue debido a que el comercio de este animal es durante su estado de cría y se popularizó gracias al tamaño, fáciles cuidados y bajo precio. Sin embargo, al paso del tiempo la tortuga crecía y los dueños no podían o no querían tener un animal tan grande, voraz, a veces agresivo y de larga esperanza de vida.

Los dueños los abandonaron en ríos, estanques, lagos e incluso ciudades. Las consecuencias que han llevado a que la tortuga de orejas rojas sea una especie invasora han sido, por su voracidad y su carácter omnívoro que la convierten en depredador de numerosas especies de invertebrados y pequeños vertebrados así como plantas acuáticas, la capacidad de transmitir enfermedades y el desplazamiento de otras especies de galápagos con los que comparten dieta y espacios de cría. Como el Galápago Europeo o el Galápago leproso.





Podríamos estar hablando de muchas otras especies invasoras tanto en España como en todo el mundo, pero de verdad que son algo que hay que mantener a raya, como mencioné al principio, muchas son traídas con fines comerciales y acaban engendrando un problema mucho mayor que afecta a toda la biodiversidad y que su compra-venta debería estar controlada y penalizada con múltiples controles.



Trabajo grupal redactado por Guillermo Sanagustín

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