GENÉTICA DE LA CONDUCTA: ¿PROGRAMADOS HASTA LA MUERTE?

¿Nunca te has preguntado el porqué de tus acciones o que te ha hecho tener una
conducta determinada? Claramente, y gracias a la psicología sabemos que muchos
factores que definen quienes somos y como nos comportamos se debe a nuestro
ambiente. Pero ¿y si indagamos un poco más?

En la actualidad hay muchos más frentes que se enfocan en estudiar y analizar cada
milímetro del comportamiento humano y con ello, la mente. El gran enigma a cerca
de nuestro cuerpo siempre ha sido nuestra mayor arma, el celebro. ¿Cómo
podemos tener tantas emociones, actuar tan diferentes o ser simplemente
nosotros?
Nuestra fiel amiga la psicología se ha encargado a lo largo de los años de explicar
muchos hechos acerca del comportamiento humano pero nosotros no nos
quedamos solo ahí, queremos saber si hay algo más a parte de nuestro ambiente,
si hay algo más racional que simplemente el hecho de crecer y adoptar una forma
de ser porque un progenitor te diga que tienes que hacer x cosa o que en una serie
veas algo y te sientas identificado con ello.

La genética de la conducta, aparte de estudiar las influencias ambientales también
estudia las influencias genéticas y nos plantea la pregunta si somos como somos
porque estamos genéticamente predeterminados.

Para entender un poco mejor sobre el tema hablemos de un experimento que se
realizó en 1959 por el científico ruso Dmitry Belyaev. Para comprobar si los genes
determinaban el comportamiento, Dmitry adquirió una granja en Novosibirsk,
Siberia, en la cual había un grupo de zorros plateados con una naturaleza agresiva.
Aunque todos ellos se mostraban reacios a la relación con los humanos un

porcentaje muy mínimo de ellos se presentaba más “dócil” que el resto. Fue ahí
cundo Dmitry decidió separarlos de la manada y permitir que se reprodujeran
entre ellos, a pesar de que los primeros seguían siendo potentemente agresivos sus
crías eran aun un poco más dóciles que los progenitores así que continuo
separándolos del resto y permitiendo que volvieran a reproducirse entre ellos. Así
continuo el experimento durante décadas hasta que obtuvo una camada
totalmente dócil, comportándose incluso como perros buscando el contacto
humano y alegrándose cuando este era recibido. También observo cambios físicos
como el blanqueamiento del pelaje y las orejas más ligeramente caídas.
El factor más importante de este experimento y el cual llevo a un suposición muy
importante es que ninguna de las camadas recibió un trato especial, tanto las
camadas que estaban siendo forzadas a reproducirse artificialmente como las
camadas obtenidas por los zorros bravos de la granja recibieron el mismo trato
pero eran totalmente diferentes cuando se trataba de interactuar con las personas.
Dmitry afirmó que el ambiente no influyo nada y todo se debía a la genética que
cada cachorro tenia por naturaleza.
Si es así, nosotros los humanos tenemos un comportamiento similar a los animales
ya que entramos en esa categoría pero entonces ¿Por qué a nosotros si nos influye
el ambiente? La respuesta está clara para los expertos, nosotros tenemos el poder
de razonar, almacenar y procesar a nuestro gusto dependiendo de la situación.
Así pues el ambiente se aplicaría a la genética de una forma muy básica: si en tus
genes está determinado que serás un atleta al final acabaras entrando en un club o
yendo al gimnasio donde te relacionaras con personas similares a ti que
ciertamente te puedan influir.
También el ambiente no puede influir y que todo sea regido por los genes: si eres
heterosexual y has sido criado por una pareja homosexual no significa que ese
ambiente haya cambiado tu orientación sexual ya que está en tus genes, por ello
mismo si te gustan las personas de tu mismo sexo no significa que hayas estado
expuesto a ambientes homosexuales y ahora seas así porque eso tiene poco que
ver a la hora de que se exprese el gen que determine tu orientación.
En una entrevista realizada anónimamente a una futura sexóloga le preguntaron si
de un día para otro una persona podía hacerse homosexual por voluntad propia, a
lo que ella contesto: “Si eso fuese así de sencillo muchas personas en la actualidad
que son homosexuales decidirían volverse heterosexuales para no sufrir la
discriminación de la sociedad.”

Aunque sepamos que los genes determinan ciertas actitudes y características aun
no sabemos a ciencia cierta porque somos como somos y si hemos sido
programados genéticamente desde que éramos un simple embrión para llegar a
ser lo que somos ahora, actuar determinadamente en cada momento o decir algo.

Por ahora seguiremos siendo un enigma sin resolver del todo y dejaremos
nuestras esperanzas en manos de la ciencia para descubrir futuros hallazgos sobre
nosotros que quizás nos sorprendan aún más.




Webgrafía:
- https://www.canaldeciencias.com/2012/11/24/comportamiento-
humano-cuesti%C3%B3n-de-genes/


Autora: Sara León

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