Los frutos secos son semillas recubiertas por una cáscara dura que aportan vitaminas, proteínas, minerales, fibra y grasas.
Estos tienen mala reputación ya que mucha gente cree que favorecen a la ganancia de peso. Bien es cierto que contienen una gran cantidad de calorías, pero no son los frutos secos los que realmente engordan o adelgazan, es la dieta rutinaria que esa persona mantiene. Retomando las cantidades de calorías que estos contienen, está demostrado que el factor de Atwater (sistema utilizado para el cálculo de las calorías de los alimentos) en algunos casos sobreestima los valores de energía que el producto realmente contiene, uno de estos casos es el de los frutos secos. Contienen una gran cantidad de ácidos grasos insaturados, proteínas, vitaminas, minerales y fibra que además de lograr la sensación de saciedad, ayuda en la absorción de menos energía de la que creemos.
Numerosos estudios han demostrado que los frutos secos no guardan ninguna relación con el incremento de peso, y es más, está demostrado que ayuda a reducir el consumo calórico y disminuye la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, entre otras.
En resúmen, una ingesta de 30 o 40 gramos de frutos secos (crudos o tostados) no influye para nada en la ganancia de peso y además ayuda a prevenir enfermedades y producen una mayor saciedad u adherencia a nuestra dieta.
Fuente de información: página de Instagram llamada “academia.realfooding”.
AUTOR: David Garzo
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